La vida es un alfa y un omega, Un blanco y negro… todo lo demás…gamas. Del alfa al omega…el abanico de la vida.
Y entre el blanco y el negro…el arco iris.

A flor de Piel




Piernas que se cruzan,
piel morena.
Inmaculada transparencia,
mirada felina, boca que reclama la lujuria contenida.
Apenas rozarla todo ella es luz,
todo su cuerpo invitación;
sentimientos...
a flor de piel.

Y sin embargo, a pesar de la avidez,
del deseo de poseerla, ella me posee
ofreciéndolo todo,
entregándose,
nada pide a cambio.
Acaricia con suave tacto
mi alma y mi epidermis
quedándose...
a flor de piel.

Roza
lo invisible y lo visible.
Delicadeza
que no penetra en
La esencia,
por ello, sin pedírmelo
se la confío.

A través de mi piel
me tendrás,
me harás tuyo,
porque si tus caricias
me conmueven,
aún más tu exquisita ternura,
haciéndome sentir
que para ser yo,
te necesito a ti,
que no somos dos seres
sino dos cuerpos
con la misma alma...
a flor de piel.

Ángel Medina



Paisaje




Me deleita contemplar
la hermosa visión que ante los ojos
se me ofrece.
Paisaje singular
de exclusiva belleza.

En la bóveda
luceros tintineantes,
más abajo
rojas cavernas,
descolgándome,
colinas que se deslizan
en las laderas
que recortan
lo radiante del horizonte,
a mitad del descenso
las fuentes de todo ser,
sinuosidades perturbadoras.

Y una vez admirado,
queriendo recrearme
me aproximo
hasta el punto del sentir:
el aliento de la vida,
tentación irresistible
para acariciar la beldad
que, percatándose,
palpita en el latir de su morar
comunicándome el éxtasis.

Al punto,cobrando aliento
se deja ver
y con deleite,
me doy cuenta que
los luceros se transforman
en ojos,
las redondeces zigzagueantes
en pechos nubiles,
las cavernas
en labios carnosos,
las laderas en
contornos de su talle
y en la intersección, la oquedad:
la tentación más acogedora.

Eres tú, mujer,
naturaleza con formas de criatura.

Ángel Medina



Mujer mar



.

Mar prohibido
historia orillada,
instinto de mujer,
seducción
en la que se pierde
quien ofrece y toma de ese fruto.

Olas agitadas,
profundo mar azul,
espuma en cresta;
desnuda en su vaivén furioso.

Presa del viento
la arrastra con el viajero,
cabalga sobre ella,
¿O más bien lo cabalga a él el elemento?

Nave que surca lo proceloso
a riesgo de desgarrar sus propias velas
viniendo a encallar, en la tierra anhelada
unidas el istmo y su mar.

.

Ser o no ser






"El suspiro, como la palabra, partirá
disolviéndose suspiro en deseo
pero si se entregan en brazos de Morfeo
una vez duermen...¿despertarán?

¿Dormir o despertar? ...Ser o no ser... Ésa es la cuestión.

.


Es el






Posee la fragilidad de la flor
Teniendo espinas perennes
Perfume embriagador
Rosa que ha de marchitarse.

Deseo eterno
Con sabor efímero
Siempre idealizado
Imagen y semejanza
Del que lo padece.

Nube rosácea
Mitad realidad
Otra parte imaginada
Tratando de idealizar
El objeto
Convirtiéndose así
En subjetividad.

Como semilla de mostaza
Es árbol frondoso
Que cobija la vida.

Siendo la razón del ser
Ocupa el primer lugar
En la fuente inagotable de los deseos
Trayendo la muerte del corazón
Al extinguirse.

Cuatro letras son suficientes
Para nombrarlo.
La palabrería lo desfigura.

Sobra el verbo
Se muestra en los gestos
Principio y fin
Por el se hizo el mundo
Sin él se achata
Y acaba muriendo
Ahogada la semilla
En la tierra estéril
De la nada
Pues siéndolo todo
Ha de aflorar
Aunque las espinas
Ahoguen a la flor.

Mucho deseaste
Mucho odiarás
Al extinguirse.

Languidecerá antes
Se apagará luego en el rechazo
Llegará el despecho
Sobreviniendo finalmente
Al agonizar
La pasión malsana del odio.

Sentimiento malgastado
Ignorado por la provocación
Asumido por quien se
Reconcome en ella.

Más, quien por él es poseído…

¡ Ah ¡…El amor.

Crees amar




Crees amar
Cuando estas gozando
Días apacibles
Noches voluptuosas

Crees amar
Cuando cuentas los minutos
Que faltan para encontrarnos

Crees amar
Cuando al verme suspiras
Y el corazón se te desborda

Crees amar
Cuando corres a mí
Y te arrojas a mi cuello

Crees amar
Cuando tu boca
Se come a la mía

Cuando mis dedos se deslizan
Por tu cuerpo
Y te estremeces

Cuando te desnudo
Y me desnudas
Y nos saciamos
De tanto amar

Gozas y
Crees amar…

Pero en realidad
Cuando amas
Es en el tiempo que sufres
Por no tener todo eso
Y lo expresas
Vertiendo una lágrima silenciosa
Que sólo yo sabré valorar.

.

.

Éxtasis





Noche ámbar

tintineo en la bóveda celeste,

constelaciones y nebulosas,

estrellas,

oscuridad deslumbrante,

pupilas que recogen esparcida

belleza infinita

qe a pesar de su grandiosidad

dsprecio.

Un par de ojos que se dejan mirar

tienen la culpa;

Saciados de tus luceros

los contemplo con reverente éxtasis.
.
.

In crescendo




Notas de suave melancolía...
gotas de rocío que resbalan la ventana de mi alma,
allá donde estás tú...aún sin darte cuenta.
Respuesta al eco de mi añoranza,
ave que retorna trayéndome tu voz
y permite que mi mente vuele hacia ti.
¿por qué no juntar mi melancolía con la tuya...?
.
.

Límite confuso





No soy yo;
no eres tú

Yo soy tú;
Tú eres yo

No somos nosotros.

En los sentimientos del corazón
ninguno es él o ella misma
Sino el reflejo del otro.
.
.

¿ A dónde…?




Cuando la melancolía no puede saciarse
Haciendo el ayer presente
Arrastra al desánimo de la negrura

Desde la oscuridad de mi corazón
Escribo estos versos negros.



La vi… me enamoró
y sé que una luz la iluminó al verme.
¿Dónde fue a parar esa luz?
¿Dónde están ahora sus palabras?
La besé tantas veces al cobijo del olivo...
¿A dónde fueron sus besos?
La tuve entre mis brazos
se fundió en mí
y el contacto con su cuerpo
me enterneció
¿Cómo no amar sus ojos?
ahora….a quién estarán mirado…
Fue ella la que se fue en el silencio

Pensar que ya no está.
Pensar que no sé dónde habrá ido.
Pensar que no sé con quién estará.

Nos cobijó la luz del día,
sentimos nuestras almas en la noche
y ahora…no hay luz en mí, sino tinieblas.
Ésa noche tan cercana
presagio de la distancia inmensa
negrura al no estar ella...
Ni siquiera tengo esperanza.

Mis versos hieren mi alma
como el llanto a la alegría.
¿Dónde brillará su astro?

Mi corazón aún la siente
aunque no quiere sentirla.
¿Dónde estará su sentimiento?
Mi voz viaja en el viento
para llegar donde se encuentre
¿Dónde estará la suya?

Ya no quiero quererla
tal vez porque la quiero;
me he propuesto no pensarla
ni imaginar más lo que juntos vivimos,
evitar el dolor que me causa
y dejar de dolerme
Siendo éstos para ella mis últimos versos.
.
.

Delimitación



Lo aprendí aquél día
cuando nos encontramos;
aquellos ojos me descubrieron
más allá del límite
lo que yo creía conocer.
Aquél día aprendí
qué era amar el amor...
Eras tú con apariencia de mujer.


.

.

.

No me mueve

.
.
.
No me mueve solo quererte
Ni la noche que nos espera
Siquiera el miedo a perderte
Sino toda tu, alegría placentera.

Esa alegría es volver a verte
Después ¿tal vez quimera?
Estar juntos y siempre tenerte
Dulzura de primaveras

Poder vernos a cualquier hora
Amarnos noches enteras
Pasear a la luz de la aurora
Sonrosada luz ligera

Yo sé bien de tus miedos
O mejor, a heridas nuevas
Lo nuevo no será remedo
Abandonarás tu cueva.

Entonces a mi te abrirás
Dándote por entera
Toda tú te ofrecerás
Con sonrisa duradera

No me mueve solo quererte
Ni la noche que nos espera
Siquiera el miedo a perderte
Sino toda tu, alegría placentera.
.
.
.

Ausencia presente

.
.
.
El sol brilla, como luz empañada.
Sin ti
vida, muerte repetida.
Contigo es luz enamorada.
Vida a tu lado,
sangre hallada.
Faltándome
carezco de morada
Ni sol ,ni vida, ni luz, ni nada.
.
.
.

Conmoverse

.
.
.
En lo más intrincado del aposento
si no nos sentimos cuando nos toquemos,
.-Caricias que brotan por doquier,
Centellas que relampaguean por la piel,
Estremecimiento que busca su himeneo-.
Podríamos permanecer en él
minutos, horas, días y semanas
tal vez años
buscándonos uno a otro sin encontrarnos;

Pero, si nos conmueve un sentimiento…
.
.
.

Reconocer

Si entre una pléyade de estrellas
Tuviese que encontrar la tuya
Te reconocería sin dudarlo
Y cuando me preguntases
Que quien soy
Te respondería que
Aquél que te quiere suya
Entonces
Borraré todos los nombres
De los astros en mi mente
Y sólo tú
Ocuparás mi sentimiento
Porque sepultaré el pasado
Y tú serás mi presente.

Presencia

La presencia es recuerdo siempre
De día y de noche
Pero al caer la noche
Se sienten aún más
Y se convierte en fragancia
Que puede olerse aún en la distancia

Cruel y a su vez
Herida dulce
Que ilumina la oscuridad

Allí, el recuerdo
Trae nostalgias
Y la morriña hace sufrir
Siendo esa dulce tortura
Frescura para los sentimientos


En un abanico que cubre
Los gozos padecidos
Manjar que nunca se agota
Y siempre reclama más
Y la melancolía evoca
Lo que esa herida
Que sangra nos advierte ya

De una parte
Pasión compartida
De la otra deseo de retorno
Y lo que ya ha sido
Regrese sin tener fin.

Un Beso

Sé que en un momento
Que nadie propuso
Nos giramos

En aquel preciso instante
Ignorando a los demás
Las miradas chocaron
Para absorberse
Y los dos leímos
Cada uno en el otro
Lo que queríamos.

Entonces las bocas se encontraron
En la frescura de un beso
De apasionante entrega
Que se revuelve y mordisquea
Provocando provocar

Los cuerpos se fundieron
Las caricias no cesaron
Buceando en la piel oculta

Beso sin condiciones
Beso pleno de ardor
Beso que abre la puerta
Al misterio de la sensualidad
Que ya no es capaz de ocultarse
Y se muestra sin complejos
Beso que habla
De un deseo que empuja
A ser satisfecho

Ya no hay tregua, mujer
Entre la locura de tu frenesí
Y la mesura de tu alma,
El sueño
Y en él…yo

“Ensoñación”

Quisiera perderme en la
embriaguez de tu presencia
en ese misterio que suscitas
y me desconcierta,
y como el polo opuesto
me atrae irremisiblemente

Quisiera perderme
en la profundidad de
tu mirada
en unos ojos que me dicen
expectantes
extrayendo desde lo
profundo del alma
aquello que anida en ella
y no te atreves a pronunciar

Quisiera perderme
en lo cristalino de
tu sonrisa cantarina
alegría espontánea
de lo que alberga tu
corazón de mujer

Quisiera perderme
en el sabor de
tus besos
en lo jugoso de una boca
que adivino juguetona
y que al unirse
nuestras dos lenguas
nos convertirían en
uno solo
preámbulo de una
unión ardiente

Quisiera perderme
en la desnudez de
tu cuerpo
acuífero
como el mar
saborear cada palmo
de tu piel agitada
recorrerlo lentamente
acariciarlo
y al saberlo excitado
antes de que te lo preguntase
demandármelo tú..

Soñándolo,
me pregunto
en la vigilia
rebelándome
en mi despertar

¿Por qué decir
“me gustaría”?
¿no será “quiero”?
¿Quieres tú?

Piénsame Siempre

Lo único que de verdad
Puedo regalarte
Son mis ojos

No tengo otra cosa
Que ofrecerte
Pues me siento pobre ante ti

En ellos podrás hallar
Mi tumba y tu epitafio

Mi última morada
Porque al mirarme, moriré
Tu dedicatoria
Porque inscribirás en ella
Que me ofrendo por ti

Todo lo he jugado a una carta
La definitiva
La que pongo en tus manos
Tu has de escribir en ella
Las palabras
Vida o muerte

Si tu mueres yo viviré
Si tu vives, moriré yo.

Y como es difícil elección
Déjame amarte eligiéndola
Deseo que tú vivas
Aunque yo tenga que morir

Pero te impongo una condición
La única
Es todo y es nada
Es poco y mucho…
Es algo entre tú y yo
Para la eternidad

Piénsame siempre.

“Una lágrima preciosa”

Cuando una mirada provoca
Que toda tú te inquietes
Esa zozobra se comunica
A través de tu mansedumbre
Llegando hasta el tuétano
Del que te mira

Por eso, extiende su mano
Vacilante
Sintiendo en sus dedos
La suavidad de una piel desnuda
Que se cubre de deseo

Y haciéndolo
Entreabres tu boca
Primicia de caricias
Que se buscan…
Pero no pueden encontrarse.

Y queriendo navegar
Más allá de lo proceloso
De tus aguas azules
Te acaricio con dulzura
Tomo tu mano
Te miro a los ojos
Leyendo tú en ellos
Mi pregunta silenciosa
Respondiéndome en esa
Soledad de dos
En la media noche
Con una lágrima preciosa.

Y al contemplarla
Mi boca la bebe
Para que formes parte de mí.


Ángel. XVII-VI-X