La vida es un alfa y un omega, Un blanco y negro… todo lo demás…gamas. Del alfa al omega…el abanico de la vida.
Y entre el blanco y el negro…el arco iris.

Éxtasis





Noche ámbar

tintineo en la bóveda celeste,

constelaciones y nebulosas,

estrellas,

oscuridad deslumbrante,

pupilas que recogen esparcida

belleza infinita

qe a pesar de su grandiosidad

dsprecio.

Un par de ojos que se dejan mirar

tienen la culpa;

Saciados de tus luceros

los contemplo con reverente éxtasis.
.
.

In crescendo




Notas de suave melancolía...
gotas de rocío que resbalan la ventana de mi alma,
allá donde estás tú...aún sin darte cuenta.
Respuesta al eco de mi añoranza,
ave que retorna trayéndome tu voz
y permite que mi mente vuele hacia ti.
¿por qué no juntar mi melancolía con la tuya...?
.
.

Límite confuso





No soy yo;
no eres tú

Yo soy tú;
Tú eres yo

No somos nosotros.

En los sentimientos del corazón
ninguno es él o ella misma
Sino el reflejo del otro.
.
.

¿ A dónde…?




Cuando la melancolía no puede saciarse
Haciendo el ayer presente
Arrastra al desánimo de la negrura

Desde la oscuridad de mi corazón
Escribo estos versos negros.



La vi… me enamoró
y sé que una luz la iluminó al verme.
¿Dónde fue a parar esa luz?
¿Dónde están ahora sus palabras?
La besé tantas veces al cobijo del olivo...
¿A dónde fueron sus besos?
La tuve entre mis brazos
se fundió en mí
y el contacto con su cuerpo
me enterneció
¿Cómo no amar sus ojos?
ahora….a quién estarán mirado…
Fue ella la que se fue en el silencio

Pensar que ya no está.
Pensar que no sé dónde habrá ido.
Pensar que no sé con quién estará.

Nos cobijó la luz del día,
sentimos nuestras almas en la noche
y ahora…no hay luz en mí, sino tinieblas.
Ésa noche tan cercana
presagio de la distancia inmensa
negrura al no estar ella...
Ni siquiera tengo esperanza.

Mis versos hieren mi alma
como el llanto a la alegría.
¿Dónde brillará su astro?

Mi corazón aún la siente
aunque no quiere sentirla.
¿Dónde estará su sentimiento?
Mi voz viaja en el viento
para llegar donde se encuentre
¿Dónde estará la suya?

Ya no quiero quererla
tal vez porque la quiero;
me he propuesto no pensarla
ni imaginar más lo que juntos vivimos,
evitar el dolor que me causa
y dejar de dolerme
Siendo éstos para ella mis últimos versos.
.
.

Delimitación



Lo aprendí aquél día
cuando nos encontramos;
aquellos ojos me descubrieron
más allá del límite
lo que yo creía conocer.
Aquél día aprendí
qué era amar el amor...
Eras tú con apariencia de mujer.


.

.

.

No me mueve

.
.
.
No me mueve solo quererte
Ni la noche que nos espera
Siquiera el miedo a perderte
Sino toda tu, alegría placentera.

Esa alegría es volver a verte
Después ¿tal vez quimera?
Estar juntos y siempre tenerte
Dulzura de primaveras

Poder vernos a cualquier hora
Amarnos noches enteras
Pasear a la luz de la aurora
Sonrosada luz ligera

Yo sé bien de tus miedos
O mejor, a heridas nuevas
Lo nuevo no será remedo
Abandonarás tu cueva.

Entonces a mi te abrirás
Dándote por entera
Toda tú te ofrecerás
Con sonrisa duradera

No me mueve solo quererte
Ni la noche que nos espera
Siquiera el miedo a perderte
Sino toda tu, alegría placentera.
.
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