La presencia es recuerdo siempre
De día y de noche
Pero al caer la noche
Se sienten aún más
Y se convierte en fragancia
Que puede olerse aún en la distancia
Cruel y a su vez
Herida dulce
Que ilumina la oscuridad
Allí, el recuerdo
Trae nostalgias
Y la morriña hace sufrir
Siendo esa dulce tortura
Frescura para los sentimientos
En un abanico que cubre
Los gozos padecidos
Manjar que nunca se agota
Y siempre reclama más
Y la melancolía evoca
Lo que esa herida
Que sangra nos advierte ya
De una parte
Pasión compartida
De la otra deseo de retorno
Y lo que ya ha sido
Regrese sin tener fin.
De día y de noche
Pero al caer la noche
Se sienten aún más
Y se convierte en fragancia
Que puede olerse aún en la distancia
Cruel y a su vez
Herida dulce
Que ilumina la oscuridad
Allí, el recuerdo
Trae nostalgias
Y la morriña hace sufrir
Siendo esa dulce tortura
Frescura para los sentimientos
En un abanico que cubre
Los gozos padecidos
Manjar que nunca se agota
Y siempre reclama más
Y la melancolía evoca
Lo que esa herida
Que sangra nos advierte ya
De una parte
Pasión compartida
De la otra deseo de retorno
Y lo que ya ha sido
Regrese sin tener fin.
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